Casuística en e-learning
A la hora de aprender, los ejemplos y casos particulares facilitan la comprensión de algunos temas. Pero, ¿cuándo conviene incluirlos? Aquí te lo contamos.
Al momento de desarrollar un e-learning, la opción de incluir casos para facilitar el entendimiento de los colaboradores es cada vez más utilizada. Especialmente, cuando la necesidad principal es que los usuarios aprendan a resolver problemas y tomar decisiones utilizando el criterio propuesto por la compañía.
La casuística aplicada a los cursos interactivos permite pasar de la teoría a la práctica, y evaluar los comportamientos de los colaboradores ante determinadas situaciones hipotéticas que se les presentan para poner en juego su comprensión.
¿En qué ocasiones conviene usar casos
Cuando el contenido de un e-learning incluye la aplicación de ciertas reglas y metodologías de trabajo, o la resolución de problemas y la toma de decisiones, el uso de casos prácticos es ideal.
Los casos deben estar presentados de una manera atractiva, de modo tal que generen interés en el “alumno” y, al mismo tiempo, utilizar un lenguaje que le resulte familiar para que el foco de atención esté puesto en la información proporcionada y el desafío planteado.
Se deben proponer objetivos claros y simples: es preferible que haya varias instancias de evaluación y no una sola compleja. Idealmente, la resolución del caso se debe ir complejizando a medida que el colaborador avanza, planteando etapas o pasos hasta llegar a una conclusión.
¿Y cuándo se debe evitar el uso de casos? Cuando lo que necesitamos es la recordación o memorización de ciertos conceptos, por ejemplo, o la atención del colaborador debe estar puesta en la comprensión de la teoría. Del mismo modo, si el objetivo del e-learning es presentar una estructura o metodología de trabajo que no da lugar a distintas interpretaciones, la presentación de casos puede resultar confusa.
¿Cómo generar casos atractivos?
Partir de una historia es fundamental. Y cuánto más realista sea, mejor. El usuario tiene que sentirse interpelado por ella.
Es necesario presentar un problema que lleve a la reflexión y a pensar críticamente para lograr su solución. Por lo tanto, las respuestas no deben ser obvias.
Para eso, se debe proveer toda la información que el usuario necesite, sin abundar en detalles insignificantes: proporcionar el contexto, las personas involucradas, el lugar y tiempo, valores, etc. es fundamental. En algunos casos, se pueden ir brindando pistas o ayudas sin resultar evidentes.
¡Importante! Al inicio del e-learning, se deben incluir las “reglas del juego”, el objetivo del curso y qué es lo que buscamos obtener con la resolución del caso.
¿Cómo introducir la teoría en este tipo de e-learning?
Todos los casos que podamos proponer para un e-learning deben ser producto de un material teórico, un procedimiento o manual pre-existente de donde provenga la información de base.
Ese contenido, lejos de ser descartado, es fundamental para “alimentar” el desarrollo del curso y darle fuerza argumentativa a los casos. Por lo tanto, siempre es necesario incluir información teórica.
¿Cuándo?
- Puede ser al inicio del curso, como introducción a los temas que se desarrollarán en el caso. Un video corto o un par de pantallas servirán para hacer foco en el tema.
- Durante el desarrollo del caso: La aparición de pop ups o ventanas emergentes con algunos tips o recordatorios en momentos clave del e-learning puede ser de gran ayuda para resolver los desafíos planteados. También puede incluirse en los feedbacks posteriores a los desafíos.
- Al finalizar el curso, puede aparecer una infografía donde el colaborador pueda vincular la información teórica con el caso presentado previamente.