Micro videos

Microvideos, grandes aprendizajes

Frente a la evidencia de que la atención de las personas va mermando con el correr de los minutos, una tendencia cada vez más extendida en materia de aprendizaje es trabajar a través de microvideos para lograr una mejor aprehensión.

Si hablamos de marketing, está demostrado que los videos más efectivos duran menos de cinco minutos: son éstos los que consiguen retener la atención de más del 60% de la audiencia.
Microvideos 5 minutos
Pero, ¿cuántos minutos puede estar una persona frente a la pantalla recibiendo nuevos contenidos en el marco de un curso?
Cuando se trata de videos educativos, en los que se reclama una actitud de aprendizaje a los usuarios, es posible que cinco minutos de atención sin descanso resulten algo estresantes.
Por esa razón, una buena estrategia para lograr cursos más efectivos puede ser dividir la información y otorgarla a través de varios microvideos.

 

¿Qué es un microvideo?

Como su nombre lo indica, se trata de un material audiovisual breve, de entre uno y dos minutos, en donde se concentra la información de acuerdo a un objetivo.
En e-learning, la inclusión de varios microvideos consecutivos en el marco de un curso que los contenga a todos, requiere de una minuciosa organización de la información.
¿Con qué objetivo?
Facilitar el aprendizaje de los alumnos en unidades audiovisuales que tengan sentido tanto de manera individual como en el conjunto temático al que pertenecen.
De esta manera, el tiempo de atención requerido a los alumnos será percibido como menor. Aunque es posible que, en el conjunto, la duración del curso exceda los 5 o 10 minutos, presentados de forma individual y unidos a través de un tiempo descanso, los microvideos lograrán condensar la atención de manera separada.

¿En qué consiste el descanso?

Al finalizar cada microvideo, y antes de comenzar el siguiente, es necesario brindar unos segundos de descanso que permitan “resetear” la capacidad de atención y prepararla para lo que viene. En este sentido, se recomienda insertar pequeñas actividades lúdicas que pongan en juego lo aprendido en el microvideo finalizado, o bien la presentación de mensajes clave que contribuyan a la recordación del alumno.
Otra posibilidad puede ser presentar una serie de imágenes vinculadas al curso, o algún desafío que no tenga relación con él pero ayude al alumno a “despabilarse”. También la música es un buen recurso para ese tiempo de descanso que no debería ocupar más de 15 o 20 segundos en el marco del curso.

Como es sabido, toda metodología que resulte novedosa a la hora del aprendizaje puede ayudar a los alumnos a poner en juego sus capacidades y recibir la información contenida en el marco de una capacitación de una manera menos resistente, sobre todo cuando se trata de formaciones normativas u obligatorias.


¡Te invitamos a probar la ejecución de cursos con microvideos y seguir innovando en las experiencias educativas de tu organización!

 

Supervisión: María Paula Agnoletti  project manager en Baudis
Idea y redacción:  María de Jesús Espil   redactora y didactizadora en Baudis
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